Esta experiencia me abrió los ojos
Sin objetivos claros, individualista y viviendo el día a día sin influir de manera adecuada a mi entorno. Poco a poco fui descubriendo mis virtudes y cuáles deberían ser mis prioridades, cuáles eran mis pasiones y de cómo estas podrían influir positivamente para el bien común.
Me tracé metas a corto y largo plazo, que me ayuden a potenciar mis cualidades para poder ayudar más y de una manera más eficiente.
Esta experiencia me abrió los ojos y me ayudó a interesarme más por mi comunidad, lo que hizo que me uniera a una organización vecinal para el cuidado del barrio, con proyectos como el mejoramiento de la plaza y realización de actividades para la comunidad.
Agradezco al facilitador Justo Ibarra por emplear su tiempo y su buena predisposición para que las charlas se pudiesen dar de la mejor manera.