La transformación comenzó en mí.


Antes de iniciar la mesa redonda, recuerdo haberme sentido desalentada, muchas veces porque sabía que habían necesidades de cambios en mí, en mi entorno, en el país en donde vivo, y que eran tantas las necesidades que casi quería desistir de seguir anhelando ver la transformación que quería.
Yo fuí la primera impactada al tomar consciencia de que Dios estuvo escuchando mis oraciones y me llevó al encuentro de esta organización, donde justamente hablaban sobre los valores que yo sentía que necesitaba fortalecer en mi vida, y en mi entorno. Ya que una forma de conocerlo más a Dios, era por medio de conocer sus valores, y aprender a vivirlos.
Mi familia y amistades más cercanas, también comenzaron a conocer sobre la transformación que promueven las mesas redondas, y yo les empecé a transmitir con entusiasmo a medida que iba aprendiendo, las herramientas que usamos, y entre ellas la palabra clave; Intencionalidad. O vivir con intención!
Esto de aprender a ser intencional, comenzó a crear una revolución de consciencia en mi interior, y creo mucho! Que mientras practicaba ser intencional con mis acciones, pude también hacer otro descubrimiento, que fue el de identificar mis prioridades.
Así comence a vivir más consciente al ser intencional, a prestar más atención a mi forma de vida, a ser todavía más sincera conmigo misma, identificar mis áreas más frágiles, en donde necesitaba trabajar, y fortalecerme, y a descubrir como podía finalmente iniciar un proceso de transformación!
Me ayudó, y me sigue ayudando a conocerme más, también a no temer mostrar mi vulnerabilidad, porque puedo ayudar a otros hablándoles de mi proceso de transformación y eso me hace muy feliz! Porque estoy motivando a otros a animarse a iniciar su proceso, porque de hecho que si queremos que los demás cambien, tenemos que iniciar ese cambio principalmente en nosotros, y compartir mi experiencia ayuda a que las personas sepan y crean que se puede y que no están solos.
Una de las cosas que comencé a notar es como mi esposo, e hijos van incorporando algunos conceptos que yo les fuí transmitiendo, y ya veo que también han incorporado a sus vidas el valor de ser intencionales, o la riqueza de ser trascendentales, también la importancia de vivir conforme a los valores y principios que promueven una vida digna.
A medida que yo me transformo, también se transforma mi entorno, y veo que todos vamos fortaleciéndonos, recobrando los valores que nos traen paz, tomando el compromiso y responsabilidad individual de realizar acciones para el cambio, y eso se ve en mí, en mi familia! y sé que esto va a seguir desenvolviéndose y podrá bendecir a mis descendientes y las generaciones futuras, y por ende la patria donde vivo.
Tengo que agradecerle a Dios principalmente porque me guió para que yo encuentre esta organización tan humana, y que me hizo entender de que no era apenas una idealización, un sueño, porque otras personas en el mundo también estaban pensando, soñando en la transformación y la importancia de fortalecer los valores que construyen seres humanos nobles, capacitados para crear familias y naciones sanas.
Pero también quiero agradecer al corazón de Gaby Teasdale, la presidenta de transformación Paraguay, porque conocí a alguien en vivo y en directo, que vive los valores! Que coloca a las personas en primer lugar, una persona que fue transformada, y también que promueve la transformación para todos los que la rodean, y tiene un interés y sueño de lo más noble posible para transformar a su amado Paraguay!
Gracias!!! Gracias!!! Dios, gracias Gaby! Por ver mi potencial, por ayudarme en mi proceso de transformación, por bendecirme para ser de bendición, por ayudarme a rescatar los valores de la familia, por ser ese instrumento para bendecir a tantos, y por ser humilde, y dejarme conocerte.